SOMOS EL TEMPLO DE DIOS
Es indiscutible que el amor de Dios y su misericordia lo mueve a tener relación con su creación, en este caso con su creación más preciada, nosotros mismos, receptores únicos de su aliento de vida.
Nuestro libre albedrío nos ha llevado a tomar decisiones libres pero evidentemente equivocadas y nos ha separado de nuestro creador.
Dios omnisciente sabe y es consciente de ello, por tanto desde el principio, antes de que sucediese ya tenía preparado un medio de salvación. En su plan salvífico escoge un pueblo, no merecedor en ninguna manera de ser escogido para manifestarse a él, para bendecirlo y para que sea de bendición a las naciones: Israel.
Después de rescatarlos de la esclavitud de Egipto, sella un pacto con Israel, los diez mandamientos cumplen el propósito de que este pueblo sea santo, es decir apartado, diferente a las naciones vecinas, con una ética y moral muy superiores y conforme al propósito de Dios.
Si bien es cierto que los diez mandamientos no pueden cambiar la naturaleza pecaminosa y rebelde de este pueblo, Dios ve necesario dar un paso más: el morar con ellos, hacer de su presencia un estado permanente en medio de ellos y esta función la cumple el tabernáculo.
El tabernáculo es la morada del Dios viviente en la tierra, en medio de su pueblo; Es la presencia de Dios la que cambia al individuo, no es posible por fuerza o medios naturales, es un acto de gracia de Dios.
El tabernáculo y despues el Templo muestran y revelan el carácter y la voluntad de Dios. Su diseño es minucioso, exacto y didáctico, es dado por la arquitectura divina y no por la humana. En su estructura, construcción, forma, medidas, materiales y detalles muestra como Dios espera que su pueblo se acerque a Él, como debe hacerlo y que necesita hacer para ello, y es que Dios anhela tener comunión con nosotros, con su pueblo.
Ahora nosotros los creyentes, somos el Israel de Dios, ahora somos su pueblo, Dios sigue anhelando tener relación con nosotros. El tabernáculo es una enseñanza de principios válidos para el cristiano actual que desea entrar en la presencia del Señor. Dios sigue mostrando en estos detalles la revelación más perfecta ahora en Cristo Jesús.
Ahora somos nosotros el tabernáculo de Dios, es difícil comprender esto, pero una cosa es cierta, ahora Dios vive más que nunca en medio de nosotros, es más, en nosotros mismos, donde se cumple el propósito de Dios por medio de Cristo Jesús y con la ayuda del Espíritu Santo para ser santos, apartados, de nuevo por gracia, y de nuevo para ser bendecidos para bendecir a otros.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. (1 Co 6:19-20)J.A.Cervero 2018
1 Comentario
gaspar gomez jimenez
Aleluya gracias Padre por amarnos sin merecerlo, y enviar a tu Santo Hijo a Salvarnos en la Cruz por medio de El y su Sangre somos Salvos ,te Alabo y te doy la Gloria y Honra en tu Nombre amen